Muchos
profesionales que están en búsqueda activa por desempleo o por que necesitan
encontrar un nuevo proyecto en el que desarrollar su carrera profesional,
inmediatamente saltan al mercado con una búsqueda activa y agresiva. Esta
aventura, que puede durar varios meses o años en algunos casos, debe estar
guiada por una definición estratégica, en la cual marcamos los hitos que nos
ayudarán a alcanzar el objetivo final, encontrar un Proyecto/puesto de trabajo
acorde con las expectativas fijadas.
Para ello, y
antes de comenzar la búsqueda, es importante hacer un análisis DAFO de nuestro
perfil profesional (Análisis de nuestras Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades). Debemos ser honestos con nosotros mismos y detectar aquellas
áreas en las que no cumplimos con las expectativas del mercado (experiencia en
el perfil al que queremos optar, habilidades necesarias que nos ayuden a
desempeñar eficazmente el trabajo, conocimientos técnicos e idiomas
requeridos). Este análisis nos da dirección, un camino que nos permita dar los
primeros pasos del viaje. Posterior al análisis, debemos preguntarnos ¿Dónde
quiero llegar? Para acercarme a este objetivo ¿qué pasos debo seguir? ¿Puedo
saltarme alguno? ¿Si lo hago qué implica? ¿Qué ocurre si no tengo la
experiencia suficiente para optar a un puesto determinado?
Quizás
debemos plantearnos buscar un proyecto intermedio que con el tiempo nos sirva de
puente para alcanzar el objetivo que buscamos. Muchos profesionales hacen de
esta debilidad una fortaleza, pero para ello es necesario invertir en tiempo.
¿Qué hacemos
si no tenemos los conocimientos que requiere ese puesto al que optamos? La
formación es una buena vía para cubrir esta debilidad. Una vez detectadas nuestras
carencias, tenemos que hacer un análisis de la oferta formativa del mercado y elegir
aquella que esté enfocada en cubrir nuestros puntos débiles y en la
empleabilidad de nuestro perfil. ¿Cómo podemos hacer atractivo nuestro perfil?
Siendo especialistas. La especialización permite enfocar nuestra oferta y
facilitar a las empresas encontrar al profesional más adecuado para el puesto.
Por último,
las habilidades es una parte imprescindible para diferenciar nuestro perfil
profesional del resto de competidores. Muchos profesionales creen que con conocimientos
y experiencia tienen la vida resuelta, pero no son conscientes que los tres pilares:
conocimientos, habilidades y experiencia, son igual de importantes. Los tres elementos
son multiplicadores, si uno de ellos es cero, el resultado indudablemente es cero.
La consistencia y liderazgo personal, la adaptabilidad en los procesos de
cambio, la capacidad para trabajar en equipo, la empatía, la capacidad
analítica para resolver problemas... son habilidades que debemos ir
incorporando a lo largo de nuestra carrera profesional y que dan valor al
perfil haciéndolo más atractivo para las empresas.
Fases de la estrategia:
1. Analizar.
2. Aprender.
3. Buscar.
4.
Rectificar y reorientar la estrategia (Analizar)
El camino
hacia el éxito comienza dando el primer paso, ser consciente de nuestras
debilidades para minimizarlas y potenciar nuestras fortalezas para obtener
mayor confianza en uno mismo ha de ser el principal elemento para acometer un cambio. Creer en nosotros mismos es demostrar nuestras
competencias y nuestra profesionalidad ante un mercado laboral cada vez más
complejo y competitivo.
Autor: Felipe Ynzenga Aranda (Evolución y Cambio). 28/08/2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario