¿Y por qué reacciona
el cuerpo de esta manera? Según se explica en este estudio, se trata de
mecanismos biológicos que nos preparan para responder al entorno, ya sea para
defendernos o para disfrutar de la situación.
"Las emociones
ajustan no sólo nuestra salud mental, sino también nuestros estados
corporales", explica Lauri Nummenmaa, profesor de neurociencia y líder del
equipo investigador. "De esta forma
nos preparan para reaccionar rápidamente ante los peligros, pero también ante
cualquier oportunidad que ofrezca el entorno, como una interacción social
placentera".
Amor y felicidad en todo el cuerpo
De izquierda a derecha y de arriba abajo: ira, miedo, asco, felicidad, tristeza, sorpresa, neutralidad, ansiedad, amor, depresión, desprecio, orgullo, vergüenza y envidia.
Para su estudio, los
científicos realizaron cinco experimentos en los que 701 personas debían
localizar en qué lugar sentían el efecto de una serie de emociones básicas
–como la ira, el miedo, el asco, la felicidad, la tristeza o la sorpresa– y
otras más complejas –como la ansiedad, el amor, la depresión, el desprecio, el
orgullo, la vergüenza y la envidia.
Los participantes
debían colorear una silueta humana en las zonas que se activaban más o menos
mientras oían las palabras que designan cada una de estas emociones. El rojo se
usó para marcar las áreas de mayor actividad y el azul las de menor sensación.
Así observaron una
gran coincidencia, por encima del 70%, de las zonas coloreadas. Según se puede
apreciar en el mapa creado por los investigadores, las dos emociones que causan
una reacción corporal más intensa y en todo el cuerpo son el amor y la alegría.
También se puede ver
que, en general, todas las emociones básicas activan sensaciones en la parte
superior del cuerpo, donde están los órganos vitales, y especialmente en la
cabeza. "Observar la
topografía de las sensaciones corporales disparadas por las emociones permite
crear una herramienta única para la investigación de las emociones y puede
incluso ofrecer indicadores biológicos de trastornos emocionales", dicen
los científicos en su estudio.
Además de la prueba de
las palabras, también se hicieron otros cuatro experimentos con fotografías,
imágenes, películas y relatos que buscaban transmitir a los sujetos las
emociones en cuestión. Y para asegurarse de
que estos mapas físicos emocionales no dependían de la cultura o el grupo
lingüístico al que pertenecían los participantes, se repitieron los ejercicios
con tres grupos diferentes: finlandeses, suecos y taiwaneses. Los científicos
observaron que los resultados seguían mostrando coincidencias: la respuesta
física a las emociones, parece, es universal.
Fuente: BBC Mundo