Traductor

10 octubre 2018

REFLEXIÓN: EL TALENTO, LA ESENCIA DEL SER


Querido lector, comparto por primera vez una de mis reflexiones profundas sobre el talento contigo. Lo pongo al servicio de los demás, esperando que forme parte de la sabiduría de aquél que decida avanzar en la búsqueda de su talento, de su esencia, de su vida.

Temer a los que no aman y discriminan es de naturaleza necia. Anticiparnos a los cambios antes de que estos se produzcan, entender el sentido de la vida es un reto maravilloso, el cambio es la única y verdadera felicidad. Animaos a ser honestos, respetuosos, a decir lo que se debe cuando haya que luchar, a defender las ideas y los principios aunque se hayan perdido. La unión de los que obran bien es la clave del éxito ante cualquier tiranía poderosa y coactiva.

Que unidos solo por un propósito, unidos por un fin, luchando desde la razón del espíritu es el único paso hacia la victoria interior. Todos debemos cambiar por dentro antes de aventurarnos a cambia a otros. Ese cambio interior es de difícil acceso cuando solo la razón impera el pensamiento. Debemos hacernos las preguntas adecuadas, aunque sea doloroso, el cambio es incómodo, pero guiado y sentido desde el corazón es lo más beneficioso para saldar nuestras deudas.

Sombra y luz, todos somos, lo más cierto es saber que existen, que el dominio de lo positivo, ayudará a entender el dominio de lo oculto, de lo más negativo.

Comienza por perdonar internamente, a uno mismo, solo desde éste lugar de comprensión seremos capaces de respetar y perdonar sin vacilación a los que más daño nos hacen.

El rencor es el guía destructiva del ser, nada más que una actitud que podemos cambiar por aprobación y comprensión. La posición del observador hemos de tomar para desde este espacio de conciencia poder crecer y comprender lo que está ocurriendo en nuestro entorno. Escúchate, para escuchar a los demás, respétate para respetar a los otros, quiérete para querer a otros.

Principios universales son para transmitir el cambio de conciencia en otros, virtuoso camino y largo aunque lleno de servicio y auto desarrollo..

  1. Sentido para tu bien estar: amándote, amarás a los demás.
  2. Serenidad y paciencia: Entiende, analiza y observa lo que haces y hacen, solo así verás más que tus propios ojos.
  3. Respeto a los cambios: El cambio desde la observación son señales y oportunidades que os damos. Esos momentos, estando presente, dónde solo y únicamente uno vive, es dónde encontrarás las respuestas a todas y cada una de sus preguntas.
  4. No dejes de caminar: La felicidad reside en cada paso que damos, en el espacio en el que vivimos y no hay nada más que entender esto para encontrar la paz interior. El que es, es feliz. El que no quiere ser, es infeliz. El que envidia, es infeliz y desdichado. El que admira es por que no se mueve. El que odia es por que no encuentra. El que tiene ira es aquel que deja ser penetrado. El que añora es por que vive en el pasado.
Todo es el ego, el que quiere dominar el camino de la felicidad, el que determina cuándo paramos y nos acomodamos, para dejar de dar pasos en busca de nuestros talentos.

Vive ese cambio, con el corazón, con todos los sentidos, disfrutando de cada instante, de cada sonido, de cada sabor, de cada visión. Sólo cuando hayamos encontrado ese momento de equilibrio estaremos preparados para seguir el camino del servicio, de la ayuda, de la voluntariedad.

No son más buenos los que dan para ser respetados, son los que se engañan para ser aprobados. No son más inteligentes los que engañan, para ser más poderosos.

El que verdaderamente es, es aquel que desde la sombra ayuda y está al servicio, sin llegar a pedir nada a cambio, sin esperar recompensa material, el que con su Fe sabe que el universo le dará todo lo que uno necesita para continuar con su labor de servicio.

El talento sentido desde la emoción es un signo de lo divino. Todos disponemos de uno, todos nacemos con él para ponerlo al servicio de los demás, sin dilación, sin pausa, sin vergüenza, sin ningún tipo de duda.

El talento adquirido solo se descubre cuando uno está verdaderamente preparado, consciente, feliz, presente, que vive desde el corazón, que vive y agradece siempre lo que tiene. Si conseguimos este punto de verdad, este don se descubrirá sin dudas y no habrá obra, tarea más que trabajar para ponerlo al servicio de los demás.

Talentoso es aquel que descubre, crea y se deja aconsejar, absorbe, dedica tiempo a los demás. Un talento nunca es enseñado, un talento no es heredado, un talento es. No hay otra cosa más que el talento para uno mismo por que es parte que uno tiene incluida en el alma.

Tenemos comunicadores, artistas, músicos, terapeutas, líderes, alfareros, adiestradores, médicos, legalistas, todos los que viven desde que descubrieron su ser, entendieron que la vocación no deja de ser una obligación divina y sino es desarrollada la deuda quedará para otra ocasión, te perseguirá hasta que no consiga descubrirla, ponerla al servicio de los demás.

Todos tenemos ese fin y desarrollarlo es nuestro cometido. La verdadera felicidad reside en el camino de búsqueda. La verdadera divinidad reside en el desarrollo del talento y la luz que brilla en los ojos de los hombres. Sólo es encendida cuando es desarrollada, experimentada para ser maestro y guía para otros desde el descubrimiento y su arte avanzar.

El maestro no es el que enseña, es el que ayuda a descubrir el talento de otros. El verdadero sentido del guía es poner las claves delante para ser descubiertas por otros.

El guía fue maestro y el maestro, talentoso y el que antes de ser talentoso, fue un hombre en descubrimiento y antes de ese descubrir fue terrenal, dónde la razón del ego impide ver. Los que no ven deben ser ayudados por talentosos y maestros para que algún día puedan ascender y empezar el camino del la verdadera felicidad.

Actúa, siente y no dejes de vivir la maravillosa experiencia de la vida, del sentir, del caminar.

E&C – Evolución y Cambio por Felipe Ynzenga


No hay comentarios:

Cita: 15/10/2018

Cita: 15/10/2018
Cuándo criticamos, lo que hacemos, es proyectarnos en los demás. Es decir, proyectamos nuestra sombra, lo que no queremos ver de nosotros mismos, lo que no nos gusta y en vez de trabajar para entenderlo y tratar de convertirlo en luz, la frustración la descargamos en los demás. Recuerda como maestro a quién críticas porque siempre encontrarás en esa persona lo que quieres mejorar en ti.

Por: Felipe Ynzenga