Querido lector, comparto por primera vez una de mis reflexiones profundas sobre el talento contigo. Lo pongo al servicio de los demás, esperando que forme parte de la sabiduría de aquél que decida avanzar en la búsqueda de su talento, de su esencia, de su vida.
Temer a los que no aman y discriminan es de
naturaleza necia. Anticiparnos a los cambios antes de que estos se produzcan,
entender el sentido de la vida es un reto maravilloso, el cambio es la única y
verdadera felicidad. Animaos a ser honestos, respetuosos, a decir lo que se
debe cuando haya que luchar, a defender las ideas y los principios aunque se
hayan perdido. La unión de los que obran bien es la clave del éxito ante
cualquier tiranía poderosa y coactiva.
Que unidos solo por un propósito, unidos
por un fin, luchando desde la razón del espíritu es el único paso hacia la
victoria interior. Todos debemos cambiar por dentro antes de aventurarnos a
cambia a otros. Ese cambio interior es de difícil acceso cuando solo la razón
impera el pensamiento. Debemos hacernos las preguntas adecuadas, aunque sea
doloroso, el cambio es incómodo, pero guiado y sentido desde el corazón es lo
más beneficioso para saldar nuestras deudas.
Sombra y luz, todos somos, lo más cierto
es saber que existen, que el dominio de lo positivo, ayudará a entender el
dominio de lo oculto, de lo más negativo.
Comienza por perdonar internamente, a uno
mismo, solo desde éste lugar de comprensión seremos capaces de respetar y
perdonar sin vacilación a los que más daño nos hacen.
El rencor es el guía destructiva del ser,
nada más que una actitud que podemos cambiar por aprobación y comprensión. La
posición del observador hemos de tomar para desde este espacio de conciencia
poder crecer y comprender lo que está ocurriendo en nuestro entorno. Escúchate,
para escuchar a los demás, respétate para respetar a los otros, quiérete para
querer a otros.
Principios universales son para transmitir
el cambio de conciencia en otros, virtuoso camino y largo aunque lleno de
servicio y auto desarrollo..
- Sentido para tu bien estar: amándote, amarás a
los demás.
- Serenidad y paciencia: Entiende, analiza y
observa lo que haces y hacen, solo así verás más que tus propios ojos.
- Respeto a los cambios: El cambio desde la
observación son señales y oportunidades que os damos. Esos momentos,
estando presente, dónde solo y únicamente uno vive, es dónde encontrarás
las respuestas a todas y cada una de sus preguntas.
- No dejes de caminar: La felicidad reside en cada
paso que damos, en el espacio en el que vivimos y no hay nada más que
entender esto para encontrar la paz interior. El que es, es feliz. El que
no quiere ser, es infeliz. El que envidia, es infeliz y desdichado. El que
admira es por que no se mueve. El que odia es por que no encuentra. El que
tiene ira es aquel que deja ser penetrado. El que añora es por que vive en
el pasado.
Todo es el ego, el que quiere dominar el
camino de la felicidad, el que determina cuándo paramos y nos acomodamos, para
dejar de dar pasos en busca de nuestros talentos.
Vive ese cambio, con el corazón, con todos
los sentidos, disfrutando de cada instante, de cada sonido, de cada sabor, de
cada visión. Sólo cuando hayamos encontrado ese momento de equilibrio estaremos
preparados para seguir el camino del servicio, de la ayuda, de la voluntariedad.
No son más buenos los que dan para ser
respetados, son los que se engañan para ser aprobados. No son más inteligentes
los que engañan, para ser más poderosos.
El que verdaderamente es, es aquel que
desde la sombra ayuda y está al servicio, sin llegar a pedir nada a cambio, sin
esperar recompensa material, el que con su Fe sabe que el universo le dará todo
lo que uno necesita para continuar con su labor de servicio.
El talento sentido desde la emoción es un
signo de lo divino. Todos disponemos de uno, todos nacemos con él para ponerlo
al servicio de los demás, sin dilación, sin pausa, sin vergüenza, sin ningún
tipo de duda.
El talento adquirido solo se descubre
cuando uno está verdaderamente preparado, consciente, feliz, presente, que vive
desde el corazón, que vive y agradece siempre lo que tiene. Si conseguimos este
punto de verdad, este don se descubrirá sin dudas y no habrá obra, tarea más
que trabajar para ponerlo al servicio de los demás.
Talentoso es aquel que descubre, crea y se
deja aconsejar, absorbe, dedica tiempo a los demás. Un talento nunca es
enseñado, un talento no es heredado, un talento es. No hay otra cosa más que el
talento para uno mismo por que es parte que uno tiene incluida en el alma.
Tenemos comunicadores, artistas, músicos,
terapeutas, líderes, alfareros, adiestradores, médicos, legalistas, todos los
que viven desde que descubrieron su ser, entendieron que la vocación no deja de
ser una obligación divina y sino es desarrollada la deuda quedará para otra
ocasión, te perseguirá hasta que no consiga descubrirla, ponerla al servicio de
los demás.
Todos tenemos ese fin y desarrollarlo es
nuestro cometido. La verdadera felicidad reside en el camino de búsqueda. La
verdadera divinidad reside en el desarrollo del talento y la luz que brilla en
los ojos de los hombres. Sólo es encendida cuando es desarrollada,
experimentada para ser maestro y guía para otros desde el descubrimiento y su
arte avanzar.
El maestro no es el que enseña, es el que
ayuda a descubrir el talento de otros. El verdadero sentido del guía es poner
las claves delante para ser descubiertas por otros.
El guía fue maestro y el maestro,
talentoso y el que antes de ser talentoso, fue un hombre en descubrimiento y
antes de ese descubrir fue terrenal, dónde la razón del ego impide ver. Los que
no ven deben ser ayudados por talentosos y maestros para que algún día puedan
ascender y empezar el camino del la verdadera felicidad.
Actúa, siente y no dejes de vivir la
maravillosa experiencia de la vida, del sentir, del caminar.
E&C – Evolución y Cambio por Felipe
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